El primer contacto del niño con el género literario es a través de la literatura oral (canciones o nanas), más adelante será el cuento narrado o leído por algún familiar. Luego interviene, en el jardín de infantes, el libro-objeto, el cual cobra importancia material y se transforma en un recurso manipulable, dónde comienza a diferenciar letras de número e imágenes, y, finalmente, llega la lectura directa por parte del niño.
Promover la lectura en el nivel inicial como generadora de placer, contribuye a la formación de nuevas ideas, emociones y sensaciones, generando un espacio al desarrollo de la imaginación, recreando nuevos escenarios y personajes, introduciéndolos en un mundo que une fantasía y realidad.
Un recurso válido es la lectura de imágenes, donde los niños a través de estas nos sitúen en un marco espacial, les pongan nombre a sus personajes, edades, definan sus personalidades y el contexto en el que están inmersos.
“Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero cuando una palabra tiene valor, contiene mil imágenes”
Cuentos:
- ¡A comer!
- ¡Buen viaje, pingüinos!
- Concurso otoñal
- El arco iris y el camaleón
- El búho gafitas
- El escarabajo trompetista
- El ratón García
- El sol
- Jirafa y Leoncito
- Julián y su árbol de manzanas
- La leyenda del arcoiris
- Los tres vampiros
- Milo, el viento
- Pablo y Victoria en la granja
- Púas, el erizo
- Un amor beeep
- Un pichón de avestruz
- Viaje en globo
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